NOSTALGIAS
Llevamos en el cuerpo nostalgias
como pequeñas
islas volcánicas y latentes,
nostalgias de
otros goces o goces
que jamás nos
poseyeron.
Nostalgias de
hechos inexistentes
solo fueron
altas cumbres,
altos paraísos
de nuestro ánimo
etéreo y
compungido
hubieran
sido perdidos pasadizos
si no
hubiéramos reconducido su perfume
por la
intimidad sincera de los sueños.
Nostalgias de
la luz o de la sombra,
rendido tributo
a la luz
en sombra
propia.
Por nadar en
lagos de premura o calma
las sombras de
la Nostalgia,
a veces, se
diluyen
en la nave de
color de nuestra aurora.
Nostalgias del
agua del recuerdo,
del embrujo de
ser y la natura.
Nostalgias de
la lluvia sobre el tiempo,
de la mano que
siente el latido de sangre
allí donde las
venas ofrecen su ternura.
Nostalgias del
surco de la luna,
del llanto por
creer en cada objeto,
del rayo que
lejano se enfurece,
hiende su quijada, e indaga
en los secretos de la fuerza y la armonía.
Nostalgias
evocadas en el aullido del cerro
o en la eterna
beatitud de las estrellas.
Nostalgias de
la tierra si apresura
su ritmo al
saberse requerida en primavera,
y Nostalgias
del orden y el desorden,
del equilibrio,
la contradicción
y la firmeza.
Nostalgias de
mis ojos cuando besan el suelo,
el canto y la
agonía en el deseo mismo
de tu nombre
incierto.
Nostalgias del
azahar y del ensueño
si modelados en
barro
real se vivifi can. Nostalgias abrevan mis sentidos
y son diosas en
la lucha del sudor,
de la
esperanza, del dolor de ser consciente
y gozosa del
presente en la flor de la nostalgia.
(Nostalgias, 1986- Buque C. Isabel)
No hay comentarios:
Publicar un comentario