miércoles, 18 de noviembre de 2015

POESÍA VIVA

Miembros del LIMONERO DE HOMERO:
Antonio Mayor Sánchez, segundo de izquierda a derecha
(Composición fotográfica de José Luis Vila)
Currículum Vitae:

En los primeros sesenta estudia Filología Románica en Salamanca. Amplía estudios en París y Londres. Publica sus poemas y dibujos en diversas revistas literarias de Salamanca, León, Valladolid, Madrid (El Gallo, Mas, Álamo, Claraboya, etc.)
     Es doctor en Filología por la Univ. Complutense de Madrid. Fue Rector de la Universidad Laboral de Las Palmas de Gran Canaria, Jefe de las Misiones de Cooperación Técnica de España en Costa Rica, profesor de Didáctica del Español en la UNED de Costa Rica, experto en Formación del Profesorado en Centroamérica y Colombia.
     A su regreso a España en los años ochenta, se incorpora a la Escuela de Magisterio de Cheste como jefe del Dpto. de Lengua y Literatura Españolas. Fue catedrático y jefe del Dpto. de Castellano del IES Luis Vives de Valencia, donde se jubila en septiembre de 2011.
     Desde el año 2008 pertenece al reconocido grupo de poetas “El Limonero de Homero” con tertulia semanal en el ateneo Mercantil de Valencia. Publica sus poemas en la antología anual del mismo nombre. Obtiene algunos premios y menciones como finalista en diversos certámenes literarios. “En 2012 gana el primer premio de poesía del  54 certamen de poesía “Fiesta de la primavera” de la agrupación “Amigos de la poesía” y del Ayuntamiento de Valencia. Finalista del premio de poesía “Juan Calderón Matador” en 2012 y 2013. Finalista en el premio de poesía “Ciudad de Badajoz” en 2014 y Premio de poesía “Gerardo Diego” de Cantabria en 2013.

EL SOLDADO HERIDO
                      
En la copa del valle
Se sedimenta la muerte del soldado herido.
Escuchad cómo la sangre echa raíces tierra abajo
Hasta hacerse bulbo de cebolla incendiaria.
Ásperos córvidos mantienen el aire en agitada espiral;
¡inspiración!
Luego caen moteando la nieve que se entibia en rojo;
                                                                                  ¡expiración!
¡Oh fortuna, qué adversa le fuiste…!

Desgarrando primero el ojo en el que el cielo
Se pinta del último azul, luego
Desentrañando toda retahíla de víscera, sensitiva aún.

Dejad ese corazón ya sembrado sin tocar

Con el ala negra ala del presentimiento.

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