VI recital APRJUV (Foto de José Luis Vila) |
JUEGO DE CONTRARIOS
(…) un delgado hilo de
alambre navegando
sobre el pecho de las
tinieblas.
María Teresa Espasa
Subí por
la bajada de la iglesia
que olía a rosas frescas.
Entré por
la salida a la esperanza
orillada en el tiempo.
Encontré
alivio inesperado
en
la cerrada abertura del amor.
Fui por la
venida de los caminos
de un cuento de hadas.
Lloré las
risas de los payasos
de un circo melancólico.
Velé el
dormir de las mariposas
extenuadas de vuelo.
Encendí la
apagada luz
que
envolvía la sombra.
Jugué con
los trabajos de la gente seria
extenuada de aliento.
Puse y
quité al azar chinchetas
en el tablón de la memoria.
Sumé las
restas dejadas por el miedo
al silencio del olvido.
Multipliqué
las divisiones
interminables
de la esfera.
Intenté
llenar los vacíos de felicidad
sin
aplacar el hambre de los pueblos.
Morí al
nacer el sufrimiento y desesperación
de los niños sin nombre.
***
Desperté
al fin
en los bordes de una nebulosa
que se elevaba
sobre las sombras ignoradas de las tardes
cuando el
sopor embriaga
los suspiros del aliento infinito
y la naturaleza
gime con murmullos de calma.
Se
precisaba
la
quietud del aire
y la meditación del tiempo.
y la meditación del tiempo.
(Vicente Barberá Albalat en DE AMOR Y SOMBRAS, 2014)
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