El salón estaba lleno de padres y alumnos del centro que disfrutaron de lo lindo recibiendo premios algunos de los cuales se otorgaron a padres de alumnos.
El acto comenzó con dos poemas de José Albi recitados respectivamente por María Dolores Albi, hija del poeta, y por la poeta Xelo Candel.
EN
TI, SIN TI
No era el miedo. Era la angustia de no
tenerte,
la desolación en torno. Preguntaba por ti
y nadie hallaba la palabra justa: “está al borde del agua,
o del sueño, los pies mojados por el amanecer”, me decían;
o “el mar grabándola de nuevo
en las hojas del aire, en las alas de un ave
que levantó el vuelo para siempre”.
la desolación en torno. Preguntaba por ti
y nadie hallaba la palabra justa: “está al borde del agua,
o del sueño, los pies mojados por el amanecer”, me decían;
o “el mar grabándola de nuevo
en las hojas del aire, en las alas de un ave
que levantó el vuelo para siempre”.
Nadie encontraba la palabra justa. Regresabas
a casa,
tornabas a las cosas de cada día:
la luz de la costumbre te iluminaba; las colchas y los cántaros
cantaban. Y no estabas. No era el miedo.
tornabas a las cosas de cada día:
la luz de la costumbre te iluminaba; las colchas y los cántaros
cantaban. Y no estabas. No era el miedo.
Era la pena de no tenerte.
(De “Pájaros
increados”, 2001)
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